El universo de Calavera se compone a partes iguales de bases rítmicas demoledoras, sintetizadores etéreos y guitarras oníricas, y lo habitan seres suspendidos en realidades paralelas pero a la vez increíblemente cercanas, al punto que en sus canciones uno se adivina cerrando los ojos, extendiendo el brazo a través de un velo de seda, y tocando a ese amigo capaz tanto de ocultarnos sus secretos más dolorosos bajo unas enormes gafas de sol, como de presentarse en casa con dulces y hasta arriba de sedantes. Resultado de los elementos que un día estallaron en la cabeza del zaragozano Álex Ortega, Calavera factura un inconfundible pop etéreo y de múltiples capas, cuyas texturas nos envuelven y sumergen en su particular universo lírico.
Calavera ha firmado tres EPs y un LP de la mano, entre otros, de Eric Pollard (Sun Kil Moon, Low), Carasueño y Hans Krüger, que obtuvieron excelentes críticas, galardones e inclusiones en varias listas de lo mejor del año (Hoy Empieza Todo, Fantastic Plastic, Notodo, etc). Luego de una larga gira que incluyó salas, conciertos con bandas internacionales (Posies, The Pains Of Being Pure At Heart, Luna) y algunas de las más grandes del panorama nacional (Vetusta Morla, Amaral), y un proyecto con el ilustrador Álvaro Ortiz, la banda entró en hiato cuando varios de sus miembros pasaron a dedicarse a otros proyectos profesionales.
No obstante, durante la pandemia, Alex reunió fuerzas para confeccionar su último álbum Espejismos, que cuenta con Ámbar, una colaboración junto a la artista zaragozana Eva de Amaral. Humilde, honesto, cercano son los adjetivos más certeros para describir esta obra de pop etéreo cargada de delicados sintetizadores, guitarras de ensueño y bases rítmicas desoladoras con la que muestra su vida y sentimientos.
